jueves, 4 de marzo de 2010

El lado oscuro del Bilardismo


Todo puede ir a mejor en resultados, definitivamente todo irá a mejor, y en los no lejanos días ulteriores al partido con Uruguay, fechas empapadas de desahogo, entendimos que en los seis meses previos al mundial se asumió que debía haber un cambio, que baje desde el cuerpo técnico del seleccionado y que se plasme en el equipo nacional, en los jugadores.
Es cierto, reclamamos un estilo, una identidad acorde a la historia y a los chambones con los que hoy por hoy cuenta la selección (muchos figuras en los primeros equipos de Europa: donde está hoy por hoy la papa), ese juego colectivo e inspirador es el que se pide siempre, pero a seis meses de una copa del mundo, con los apuros que esto conlleva, con los pocos días para juntar a la gente y armar algo, ese estilo es muy difícil.
¿Qué a cambio? ¿Qué formas tomar para ser competitivos? Los apuros y la falta de experiencia oprimen cualquier creatividad, la selección argentina no será un equipo de juego vistoso por mas que tenga jugadores para serlo, ni siquiera creo que llegue a encarar los partidos del mundial buscando hacer un buen juego. En el partido de ayer con Alemania, se puede decir que hubo un antes de Munich y habrá un después de Munich, la Argentina encontró su género, aceitará ese juego, rácano, buscando defenderse y contragolpear sin demasiadas estrategias para hacerlo, ligará su juego al talento individual de sus hombres ofensivos y basará su estilo en un bloque protector del arco, líneas juntas y preocupadas por mantener la portería a cero, el resto llegará por error del rival o por aciertos propios individuales.
A priori no hay argumentos para defenderse de esta triste realidad: esto es muy poco para semejante selección. No hay sociedades dentro del campo, pero lo peor es que no se busca jugar el partido, la incomoda comodidad de no ser protagonistas.
Lo bueno, hubo un cambio, de actitud por sobre todas las cosas y se consiguió mantener el cero contra una selección, que haciendo un buen partido o no, siempre esta en la conversación para llevarse el titulo.
Mucho debe mejorar el equipo y ojala que se trabaje para generar juego, sino a muchos le dolerán los ojos al verla y a varios talentos del equipo se los relegará a un papel secundario casi de extras, el ejemplo irrebatible es Messi, una figura axiomática, en este estilo se ahoga (gran nota al respecto).
La esperanza es resultadista, los jugadores saben que lo que abordarán en poco tiempo es nada mas y nada menos que una copa del mundo, para muchos será la última, para otros la primera, pero siempre es especial, algo único, y como tal, es sólo un mes en 4 años, hay que estar bien ese mes y encarar cada partido como una final. El pragmatismo se ensaña con la selección y habrá sangre, sudor y lágrimas para llegar a verle la cara al sueño y entrar en la historia grande. Es siempre difícil que esto ocurra y estas realidades hacen que parezca aún mas lejano, pero hoy parece menos imposible que ayer y todo es por lo de Munich, porque hay muchas ganas, porque los palos recibidos blindan al grupo, porque el mundial son sólo, y con suerte, siete partidos en los que al fin y al cabo sobreviven los que se paran astutamente en el lugar correcto y se mueven cuando la situación lo requiere. Y también porque salvo dos o tres selecciones que están un paso por delante, el resto va de punto y además, los que son banca también dudan.
No me considero resultadista, ni siquiera paro en el mismo bar, pero entiendo de urgencias, de momentos, de necesidades y de eso que el mejor adaptado sobrevive. Ojala que este estilo oscuro del Bilardismo más acérrimo, el cual no deja de ser un mero parche, nos haga disfrutar un poco más que ese rejunte que iba a la deriva un año atrás.

1 comentario:

  1. Grande Luke!
    A mi tambien me pica un poco la incomoda comodidad de no ser protagonistas... pero el futbol es la dinamica de la impensado (grosa definicion) y si ayer metiamos un (1) gol mas, quizas se hablana de un equipo inteligente que cede terreno en el campo para darle espacio a sus veloces cracks.

    Siempre, pero SIEMPRE voy a ser optimista y bancar al equipo y DT de turno. Ojalá nos vaya bien... y todos contentos.

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