Los arcos se abren para todos, pero solo se sueltan para los que lo tenían negado. Gonzalo Higuain era uno de los propietarios de esta condición, goleador tan insaciable como ignorado por muchos, otros serán las figuras, a él le toca el papel de antihéroe. Tras el debut contra Nigeria, donde el Pipita marro dos claras situaciones de gol, le tocaba demostrar rápidamente su condición de 9 del equipo. Como todo antihéroe se siente libre con su lastre, con su condición de antagonista, siempre importante en la trama.
Se soltó el arco y se abrazó al gol, en tres oportunidades, esa fiereza garpa cuando tus aliados son gente como Tevez o el omnipotente y omnipresente Messi (en todos lados, ayudando a la defensa, haciendo jugar a todos). ¿Sobre Messi que decir? No es goleador y por eso no se desespera como le puede pasar a un 9 de área, aunque no haya convertido aún en la copa, seguramente llegarán, cuando más los necesitemos. Y no se porque cualquier gol futuro de Messi puede llegar a ser el mejor del mundial.
La selección cumplió su segundo compromiso, lo aprobó con creces aunque todavía se puede mejorar aún más, sobre todo en el sector defensivo (Tanto mediocampo como la defensa) le cuesta acomodarse en la condición de quitar-crear desde abajo, de todas maneras, ofensivamente es un dinamo, genera energía desde la energía, la potencia ofensiva del seleccionado es incalculable. Messi, Tevez, Higuain, el revolucionario Kun Agüero (eso es aprovechar los minutos) Milito, etc. Incontenible aptitud con una intensidad basada en un juramento (a nivel equipo): dar la vida por la camiseta.
Que nadie despierte de este sueño en donde se levanta un gigante dormido.
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